Te presentamos el artículo de investigación vespertino de Americano Libertario.
La conexión entre el gobierno chino y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos: una amenaza geopolítica encubierta
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, ha sido el principal causante de muertes por sobredosis en Estados Unidos durante la última década. Pero más allá del drama de salud pública, emerge una compleja red internacional en la que China juega un papel central. Diversos informes oficiales del gobierno estadounidense, incluidas declaraciones del Congreso, del Departamento del Tesoro y de agencias de seguridad, han apuntado directamente a la falta de control –e incluso posible complicidad– del gobierno chino en la proliferación de precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo.
1. El papel de China como origen de precursores químicos
China es, desde hace años, el principal exportador mundial de los precursores necesarios para elaborar fentanilo. Según la DEA, aunque gran parte del fentanilo entra a EE. UU. vía México, los ingredientes clave siguen viniendo de laboratorios chinos.
En 2022, el Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó a empresas chinas y ciudadanos implicados en el suministro de estos precursores a cárteles mexicanos, acusándolos de “alimentar intencionalmente la epidemia de opioides”.
2. Complicidad por omisión: el silencio del régimen
China prometió cooperación, pero no ha regulado eficazmente la venta de precursores ni ha cerrado laboratorios ilegales. La Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China (USCC) afirmó que el Partido Comunista Chino ha mostrado “apatía estratégica”, sugiriendo una posible motivación geopolítica para permitir esta crisis.
3. Acusaciones más recientes: redes digitales y apoyo indirecto
Un informe del Senado de EE. UU. de 2023 documentó cómo empresas chinas venden abiertamente precursores por internet, aceptando pagos en criptomonedas y enviando productos como si fueran fármacos legales. Algunas de estas compañías están incluso registradas legalmente en China y reciben subsidios.
4. Una amenaza estratégica más allá del narcotráfico
El impacto del fentanilo no se limita a lo sanitario. Exfuncionarios como Derek Maltz, exdirector de la DEA, lo han calificado como “una forma moderna de guerra química” encubierta, cuyo origen es tolerado –o incluso incentivado– por el régimen chino.
Conclusión
No hay pruebas directas de que el gobierno chino distribuya fentanilo, pero su permisividad regulatoria, su apoyo a empresas sospechosas y su silencio estratégico apuntan a una responsabilidad que trasciende lo sanitario. Exigir rendición de cuentas no es solo una política antidrogas, es una defensa nacional urgente.